# Sin duda, una de las sorpresas más interesantes que nos trajo el pasado 2010 fue este trabajo de los desconocidos suecos Drivan, grupo integrado por Kim Hiorthøy, Lisa Östberg, Louise Peterhoff y Kristiina Viiala, que juntos han creado esta obra íntegra e indivisible, llena de momentos incidentales aislados que, casi a modo de notas dentro de un paisaje sonoro, conforman sus canciones.
Importante uso de efectos atmosféricos y reversiones, acompañado siempre por la voz femenina. En ocasiones guarda un toque cercano, a medio camino entre el folk-rock suave y un trip-hop exento de su parte electrónica. Podría establecer varios símiles de estilo, pero desgraciadamente lo único que se me viene a la cabeza, una y otra vez, son los rusos Krematoriy, con su canción Malenkaya Devotchka. Esta canción ya tiene unos cuantos años encima, pero su estilo permanece en los efectos y tratamientos de títulos de este disco como Shamshalam, shimshilim.