Cursive es una banda de post hardcore / rock experimental / indie rock que lleva en esto desde el 1995, de la escena independiente de Ohama, una de las más variadas y prolíficas de los últimos años (con grupos tan importantes como Bright Eyes, The Faint o el gran Simon Joyner). Su música ha pasado por varias etapas, pero se los conoce sobre todo por una mezcla de lo más duro del post hardcore con un cello rock bastante entrañable.
Con el tiempo han cogido una mayor influencia synth pop / post punk, y lo que nos traen ahora, en febrero de 2012, es un disco tremendamente conceptual (de hecho, presentado como una obra de teatro, con las letras siendo el guión), de hardcore punk con toques de dark cabaret y emo, presencia de sintetizadores y bastantes toques experimentales, vanguardistas y post rockeros (pero con una tremenda energía propia del post hardcore). Y, además, en este disco predominan unas letras emotivas y poéticas como pocos (Tim Kasher, en esto de las letras, es simplemente perfecto), que cuentan la historia de dos hermanos separados al nacer que se encuentra en casa de sus padres biológicos, lo que que no es sino el encuentro de las dos partes de Kasher, la moral y el instinto, y la lucha entre ambas (un tema de reminiscencias muy clásicas).
El disco está lleno de temas únicos, variados como en pocos discos y con una composición y producción brillante (la producción a cargo de Matt Bayles, que ha producido, entre otros, a Minus The Bear, Soundgarden, The Blood Brothers, Pearl Jam o Mono). El registro del álbum va desde el synthpop desenfadado de The Sun and The Moon, pasando por las instrumentales ambientales y post rockeras (Lullaby For No Name y This House Is a Lie), por los temas punk cabaret rítmicos como The Cat And The Mouse o Drunken Birds hasta la delicadeza folk de Eulogy for No Name, que desemboca en un final completamente post metal. Vamos, una joya. El año 2012 empieza muy muy fuerte.
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