Michael Nyman (23 de marzo de 1944 — Stratford, Londres) es un pianista, musicólogo y compositor minimalista. Es uno de los músicos británicos más innovadores y aclamados. Su trabajo abarca óperas, cuartetos de cuerda, bandas sonoras y conciertos orquestales. Además es intérprete, director, escritor, fotógrafo y cineasta, mucho más que un mero compositor. Considerado como un “hombre del renacimiento”, su inquietud creativa y su polivalencia artística le han convertido en uno de los íconos culturales más fascinantes e influyentes de nuestro tiempo. Michael es conocido sobre todo por las obras escritas durante su larga colaboración con el cineasta británico Peter Greenaway.
Su disco debut producido por Brian Eno para su sello de música experimental. Ni Brian ni Michael engañan a nadie: dos temas de aproximadamente media hora cada uno que llevan al máximo la experimentación y búsqueda de nuevas formas musicales. El primer tema, “1-100”, es un equivalente casi matemático que Nyman crea para servir de paralelo a una idea de Peter Greenaway para el corto del mismo nombre. Si en “1-100” Greenaway nos muestra esos cien números en contextos diferentes, el acompañamiento de Nyman es nada más y nada menos que un acorde distinto por cada número, lo que convierte a la pieza en una aburrida sucesión de cien acordes con un valor únicamente experimental pero de casi nulo disfrute musical.
La segunda pieza (Bell set nr.1) es un juego de campanas que llega a hacerse bastante pesado y que nos quiere demostrar las cualidades de un set de campanas que nuestro hombre compró en Turquía. Hay que ver...
Su segundo álbum es al mismo tiempo su primer disco con algo que decir en el terreno de lo musical. Alucinado por las posibilidades de “Campiello Band” (banda que él juntó para adaptar unas canciones del siglo XVIII por encargo, y que según él era “una banda callejera amplificada”) la rebautiza como “The Michael Nyman Band” y se pone manos a la obra para componer repertorio para tocar. En este álbum encontramos piezas que se convertirían en clásicos, como “In Re Don Giovanni” o “Bird List Song”. El sonido de este álbum es seco y primitivo. Ya podemos encontrar los rasgos de Nyman que le harían famoso, pero todavía suena demasiado radical y recargado. Todavía es un Nyman minoritario.
Como curiosidad, el mismo año editó un álbum llamado “Mozart” que no era otra cosa que una reedición de algunas piezas de su disco anterior, renombradas y con el orden alterado.
Tercer disco,The Draughtsman's Contract, aquí es un deber mencionar a Mozart. Es cierto que la música está basada en maneras del genial compositor austriaco, pero para un oyente normal y corriente a veces es mejor dejar de lado toda la matemática con la que Nyman planea sus obras, y centrarse únicamente en el resultado final.
Y el resultado final aquí es más melancólico y dramático que en los otros dos largos para Greenaway. La sección de cuerda es omnipresente y los vientos y metales han perdido el papel principal que tenían en The Draughtsman's Contract. Es una banda sonora más ligera, pero no por ello más fácil de escuchar. A ratos es densa, y pese a que el tema final, “Endgame”, es un prodigio lírico, a muchos oyentes estos 53 minutos les pueden parecer aburridos. La melancolía y el lirismo son todavía algo fríos y distantes. Es bella pero no cercana.
Decay Music: http://www.mediafire.com/?jwjdtyyydwy
Michael Nyman Band, esencial: http://rapidshare.com/files/174602103/Michael_Nyman_-_The_Essential_Michael_Nyman_Band__1993_.rar
Drowning by Numbers http://www.mediafire.com/?myzz43jzd5n